Humanización de plaza pública

Repensar el espacio público como soporte físico de la vida social en una pequeña localidad. Bajo esta premisa, la arquitecta Irene Campo interviene en la plaza pública de Vilalonga para humanizar el lugar y ponerlo al servicio de vecinos y visitantes. Partiendo del respeto a su genius loci, el proyecto plantea una mejora de las cualidades formales y funcionales del espacio y la mejora de su conexión física y sensorial con el entorno, para lo cual fue determinante la adecuada resolución del pavimento mediante adoquines y losas prefabricadas de hormigón.

La Plaza Pública y Campo de Fiestas de Vilalonga es un espacio público con planta triangular en forma de cartabón que se ubica en la parroquia de San Pedro de Vilalonga, en el término municipal de Sanxenxo (Pontevedra). Situada en un entorno que adolece de grandes espacios para el paseo y el esparcimiento, la plaza cumple una importante función como cohesionador social para la población de la localidad, ya que se configura simultáneamente como espacio de encuentro para vecinos y veraneantes, como área de juegos para niños, como campo de fiestas y como escenario del mercadillo semanal, además de como atrio del campo de fútbol «Novo San Pedro», que colinda con la plaza por el sur y al que se accede desde la misma.

La reordenación y renovación de la plaza se abordaron para humanizar este espacio y su entorno planteando tres estrategias: la mejora de las cualidades formales y funcionales del espacio, la supresión del tráfico rodado alrededor de la plaza y la mejora de su conexión física y sensorial con el entorno.

Gracias a la reconfiguración espacial de la plaza, a un adecuado tratamiento del pavimento –resuelto con adoquines y losas prefabricadas de hormigón de Cerámica Campo– y a la dotación de elementos como un graderío con sombra o nuevos juegos infantiles, se ha logrado alcanzar el objetivo de dotar al espacio de mayor funcionalidad y de una gran calidad sensorial.

El pavimento como elemento caracterizador

La caracterización formal de cualquier espacio público depende en gran medida de las cualidades del pavimento, y especialmente de su forma, su color y su textura. En este proyecto se optó por resolver los pavimentos íntegramente con losas y adoquines prefabricados de hormigón Campo Suit de Cerámica Campo debido a que ofrecen una elevada resistencia y durabilidad, tienen una excelente relación calidad-precio y presentan un óptimo nivel de acabado que armoniza a la perfección con las losas de granito del graderío.

Para responder a las necesidades específicas de cada área del pavimento de la plaza de Vilalonga, se emplearon diferentes modelos de la serie Campo Suit, de manera que la zona central de la plaza, se implementó un diseño en cuadrícula utilizando losas prefabricadas de hormigón Campo Suit en dimensiones 40x40x6 y 60x40x6 con estructura bicapa y color Colormix Ceniza, y acabado granallado y color Blanco.

En la zona de acceso rodado controlado al campo de fútbol, se seleccionó una losa Campo Suit 100x50x10 con el mismo acabado y tratamiento antimanchas que en la zona central, pero con mayor espesor. Mientras que en las franjas de aparcamiento a lo largo de la carretera PO-550, se optó por el adoquín de hormigón Campo Suit 30x15x10 Gris Natural, diseñado específicamente para resistir el tráfico rodado intenso.

Las aceras a ambos lados de la carretera PO-550 se resolvieron con losas Campo Suit Multiformato de 8 cm de espesor, en un tono Travertino diseñado exclusivamente para la obra. Estas losas multiformato, que combinan seis tamaños diferentes, proporcionan variedad y naturalidad al pavimento, rompiendo con el formato rectangular tradicional.

La adecuada elección de los pavimentos, junto con la eliminación del tráfico rodado y la dotación de nuevos elementos funcionales, han permitido transformar la antigua plaza en un espacio más funcional y agradable al servicio de todos los vecinos y visitantes.