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Gonzalo Souto, Director Técnico de Cerámica Campo: “Los fabricantes pedimos revisar la norma de seguridad en caso de incendio“

En nuestro país se declaran más de 50 incendios a al día en viviendas. En la memoria de todos siguen vívidas las imágenes de Campanar, en Valencia. Diez personas murieron en febrero a causa del fuego originado en el aparato eléctrico de una cocina que se extendió a todo el bloque de pisos en cuestión de minutos. Más cerca, en Perillo, una mujer de 52 años perdió la vida marzo de este año tras declarar un fuego de madrugada en su piso. El resto de vecinos del inmueble tuvieron que ser desalojados por los daños ocasionados por las llamas en las zonas se comunes, pero no hubo que lamentar más víctimas mortales. 

Con la llegada de las altas temperaturas, la sensación de que estos sucesos pueden ser frecuentes se incrementa. Una percepción de la que son conscientes en el sector de la construcción. Una de sus patas, los productores de ladrillos y tejas de arcilla cocida, reunidos en Galicia bajo el paraguas de la Asociación Galega de Ceramistas (Agacer), quieren insistir en un mensaje: hay margen para mejorar la seguridad

Los edificios son seguros, no hay lugar al alarmismo, pero es cierto que debemos de revisar la normativa porque, puntualmente, se producen incendios que deberíamos evitar. Las experiencias nos han venido demostrando que es necesario actualizar periódicamente, las exigencias”, expone el coruñés Gonzalo Souto, asesor técnico de Agacer y de la compañía Cerámica Campo. 

La última actualización del documento básico de seguridad frente a incendios del código técnico de edificación destaca Souto, es del 2019. Establece dos parámetros para los materiales y los sistemas constructivos en los que estos se integran la reacción frente al fuego y la resistencia al mismo. “La reacción frente al fuego nos da una medida de la contribución al desarrollo de un incendio un material, es decir, si es combustible o no, si genera humos, gotas incandescentes… Mientras, la resistencia, expresada en minutos, indica la estabilidad e integridad de un sistema constructivo frente a las llamas” detalla Souto. 

Desde Agacer piden que se equiparen los parámetros de la normativa española a los de la de Reino Unido, donde se endurecieron las exigencias tras el fatídico accidente de la torre Grenfell, en el 2017, con un balance de 72 muertos. También insisten en un apartado específico para el control de la ejecución de las obras. “La seguridad frente a un incendio atañe a todos los agentes involucrados de la edificación”, remarca el técnico.  

No es la primera vez que se endurecen las normas tras una tragedia. En España pasó en los años 70 tras dos incendios en Zaragoza y Sevilla. Gonzalo Souto, de la Asociación Galega de Ceramistas y de la coruñesa Cerámicas Campo, destaca que es el momento de revisar el código técnico. «Hay soluciones en el mercado capaces de mejorar las exigencias mínimas», incide. 

“En las paredes interiores, el código técnico establece los mismos requisitos que en 1996”

¿En qué aspectos ha quedado más desfasada la norma? 

El código técnico aborda tres sistemas constructivos: las fachadas, las paredes medianeras o paradoras entre viviendas y la tabiquería o paredes interiores de una casa. En las fachadas, la última revisión es del 2019. Tienen que tener elementos de compartimentación en las cámaras de aire ventiladas para evitar favorecer la propagación. Además, los materiales, tanto de la cámara interior como de la hoja exterior, tienen que tener una reacción al fuego más exigente que la que había en el 2006. Esto quiere decir que el sistema constructivo con el que se ejecutaron las fachadas del edificio de Valencia, a día de hoy, no tendría cabida con la norma actual. Esta fachada, según parece, actuó como elemento de propagación: el fuego fue progresando en altura al carecer de elementos de compartimentación. Además, la hoja exterior no era incombustible. 

¿Cómo es la situación con las paredes que separan los pisos?  

En lo referente a la normativa antiincendios en las paredes interiores, esta regulación lleva 25 años sin ser actualizada. El código técnico establece los mismos valores que en 1996, un riesgo notable si tenemos en cuenta los cambios en el estilo de vida de la sociedad. Los requisitos de resistencia al fuego siguen siendo de 60 minutos y no exige ningún requisito en las paredes que se paran viviendas. de zonas comunes, como las zonas de escalera. Hoy en día podemos conseguir una residencia al fuego de 12 minutos. Proponemos las mismas exigencias para prevenir propagación del incendio entre diferentes pisos que la que es establecida para dificultar la propagación de un edificio a otro. 

¿Y con los tabiques? 

En la revisión de 2019 no se establecieron requisitos de resistencia frente al fuego para la tabiquería. En el edificio de Valencia se aprecia como los elementos de separación vertical entre estancias no aportaron prácticamente resistencia. Es importante establecer un requisito con un mínimo de 90 minutos, con una doble vertiente, confinar el incendio en la habitación que se origina y contribuir a generar espacios más seguros para los que se quedan encerrados. 

Fuente: La Voz de Galicia.